jueves, 8 de noviembre de 2012

COMPRESION DE LECTURA


LA NINFA Y LA FLOR 


Había una vez una hermosa ninfa que vivía en el bosque. Iba por las colinas saltando entre los árboles y corriendo por las orillas de los ríos y arroyos. Era tan bonita que daba gusto verla, contemplarla; mas también era muy habladora, y cuando charlaba, y charlaba largamente, se desvanecía su encanto, pues quienes estaban con ella se aburrían de oírla sin cesar; hasta su belleza parecía que se marchitaba. 

Una vez, el constante parloteo de la ninfa enfureció tanto a Hera, la diosa de 19S cielos, que, en castigo, la privó de la facultad de hablar con sus propias frases. Todo lo que la ninfa podría decir desde aquel momento sería pronunciar las dos o tres últimas palabras de las conversaciones con los demás. A veces, incluso repetía los ruidos de algunos animales. 

Para la pobre ninfa, que estaba acostumbrada a hablar y hablar, esta era una vida muy monótona. Pero uno de aquellos días tan monótonos, tuvo una sorpresa muy rara. Delante de ella, en el bosque, estaba el hombre más guapo que había visto en su vida. Este hombre era un cazador, llamado Narciso. "Debo ver visiones", pensó la ninfa. 

Con los puños cerrados, se frotó los ojos y volvió a mirar para convencerse de lo que había visto. Aún estaba allí. 

"¡Oh, si este guapo cazador dijera unas palabras que yo pudiera repetir!", se dijo suspirando. 

La ninfa no sabía que el guapo Narciso estaba tan enamorado de sí mismo que no prestaba atención a los demás, pero lo siguió en su camino, escondiéndose entre los árboles.

Narciso oyó a su espalda los pasos de la ninfa y, volviéndose, la descubrió. 

-Hola -dijo Narciso indiferente.
-Hola -repitió la ninfa.
-¿Quién eres?
-¿Quién eres?
-¿Eres tonta?
-¿Eres tonta?

Cuando Narciso oyó a la ninfa repetir lo que él decía, se puso de tan mal humor que se alejó de ella sin decir nada más. N o tenía tiempo para la ninfa y sus tontas imitaciones; lo necesitaba para pensar en sí mismo. 

La ninfa se quedó llorando. Sabía que estaba derrotada y que no tenía posibilidades de hacerse amiga de Narciso. Dicen que la ninfa quedó tan apenada que subió a una colina y se convirtió en piedra, no quedando de ella nada más que su voz, la cual todavía puede oírse hoy, repitiendo las palabras de los demás. 

Mientras tanto, Narciso no se dignaba a mirar a nadie. Solo oía a otras gentes cuando le halagaban. Los justos dios.es de los cielos, que veían sus feas acciones y que observaron el triste destino de la ninfa, decidieron castigarle por su vanidad. 

Así, un día que iba de caza pasó cerca de un lago. Se arrodilló para beber y vio su cara reflejada en el agua. Sonrió y la imagen del agua sonrió también. Los dioses hicieron que se quedara allí admirando su cara. De esta manera, maravillado por el reflejo del rostro, pasó días y días, sonriendo y haciendo gestos al agua, olvidándose incluso de comer y beber, hasta que, final- mente, se consumió. Los dioses bajaron para recoger su cuerpo y llevarlo al país de la muerte, y en el lugar donde había estado creció una hermosa flor, que recibió su nombre: el narciso. 

Tomado de El mundo de los niños.


SUDI Y EL TIGRE

Había una vez un pequeño indio llamado Sudi, a quien le encantaba gruñir a los, tigres. 

-Ten cuidado -le dijo su madre -A los tigres no les gusta que les gruñan.

Pero a Sudi no le importaba y un día que su madre salió, fue a dar un paseo a ver si encontraba un tigre para gruñirle.     
      '
Al rato apareció uno, que empezó a saltar y a gruñir:
-Grrrr ... Grrrr ...
Y Sudi le contestó:
-Grrrr ... Grrrr ...
¡El tigre estaba enfadadísimo!
"¿Qué se cree que soy?", pensó, "¿una ardilla? ¿Un conejo? ¿Un ratón?".
Así que al día siguiente, al ver acercarse a Sudi, saltó detrás de un árbol y gruña más fuerte que nunca.
-Grrrr ... Grrrrr ...
-Tigre bonito... ¡Buen chico! -dijo Sudi, acariciándolo.
El tigre no pudo soportarlo y se alejó a afilar sus garras. Movía la cola y entre gruñido y gruñido repetía:
-¡Soy un tigre! T-I-G-R-E.

Entonces fue a beber al estanque. Cuando terminó, miró su reflejo en el agua. Era un hermoso tigre amarillo y cobrizo, con rayas negras y una cola muy larga. Gruñó otra vez, tan fuerte que llegó a asustarse a sí mismo. Salió corriendo. Al fin se detuvo. 

"¿De qué huyo?", pensó, "si he sido yo mismo. ¡Vaya, este chico me ha trastornado! ¿Por qué le gruñiría a los tigres?".
Al día siguiente, cuando pasó Sudi, lo detuvo.
-¿Por qué les gruñes a los tigres? -preguntó.
-Bueno -dijo Sudi-, en realidad, porque soy tímido. Y si les gruña a los tigres me siento mejor. No sé si me entiendes.
-¡Claro que te entiendo! -exclamó el tigre.
-Después de todo -siguió Sudi- los tigres son los animales más feroces del mundo y el que les gruñe es porque es valiente.
El tigre estaba encantado.
-¿Más feroces que los leones? -le preguntó.
-Oh, sí -contestó Sudi.
-¿y los osos?
-Mucho más feroces.
El tigre ronroneó, amigable.
-Eres un buen chico -dijo, y le lamió.
Después de eso, salían a pasear juntos con frecuencia y de vez en cuando se gruñían el uno al otro.

 Cuenta cuentos, No. 11.Salvat, Barcelona, 1983.

LOS VIKINGOS Y LA VISIÓN MÍTICA DEL MUNDO 

Los vikingos (los antiguos navegantes y guerreros de Noruega) se imaginaban que el mundo habitado era una isla constantemente amenazada por peligros externos. A esta parte del mundo la llamaban Midgard, es decir, el reino situado en el medio. En Midgard se encontraba además Asgard, que era el hogar de los dioses. Fuera de Midgard estaba Utgard, es decir, el reino exterior. Aquí vivían los peligrosos trolls (los "gigantes"), que constantemente intentaban destruir el mundo mediante astutos trucos como los huracanes o los terremotos. A esos monstruos malvados se les suele llamar "monstruos del caos". 

Tanto en los, mitos vikingos como en la mayor parte de otros mitos, los seres humanos tenían la sensación de que había un delicado equilibrio de poder entre las fuerzas del bien y del mal.
Los trolls podrían destruir Midgard raptando a la diosa de la fertilidad, Freya. Si lo lograban, en los campos no crecería nada y las mujeres no darían a luz. Por eso era tan importante que los dioses buenos pudieran mantenerlos en jaque. Dentro de este equilibrio de fuerzas, el dios Torll desempeñaba un papel importante; Su martillo simbolizaba el trueno y atraía la lluvia, pero además era un arma importante en la lucha contra las fuerzas peligrosas. El martillo le daba un poder casi ilimitado. Por ejemplo, podía echarlo tras los trolls y matarlos. Y además, no tenía que tener miedo de perderlo, porque funcionaba como un bumerán, y siempre volvía a él. He aquí una explicación mítica de cómo se mantiene la naturaleza, y cómo se libra una constante lucha entre el bien y el mal.

Jostein Gaarder. El mundo de Sofía, Madrid, Siruela, 1994


LOS DINOSAURIOS Y LAS AVES 


La teoría formulada de que las aves evolucionaron de dinosaurios... ha llevado a algunos de sus seguidores a proponer ciertos cambios en la clasificación de estos animales. Cada uno ha presentado su propio proyecto, pero la idea general ha sido la de colocar a las aves y a los dinosaurios... en el mismo grupo. Los miembros de este grupo combinado de animales estrechamente relacionados podrían denominarse "dinosaurios" o "aves", al gusto de cada cual No obstante, cabe señalar que esta nueva clasificación requiere la aceptación de dos ideas bastante insólitas: que los dinosaurios dieron origen a las aves, y que al igual que estas, eran de sangre caliente... dado que ninguna de estas ideas ha obtenido todavía aceptación general -y es posible que esto no ocurra nunca-, las nuevas clasificaciones sugeridas, son irremediablemente prematuras y no pueden ser tomadas en serio. Después de todo, ¿tiene algún sentido llamar ave al tiranosaurio rex o dinosaurio a un gorrión? Si cuajara esta última idea, tal vez tendríamos que cambiar algunos de nuestros refranes y decir, por ejemplo, que "más vale dinosaurio volando que ciento volando”... El gorjeo de los dinosaurios nos despertaría temprano por la mañana, visitaríamos los dinosaurios en el zoo para verlos llenos de actividad revoloteando de flor en flor, y terminaríamos nuestra excursión almorzando dinosaurio a la naranja en el restaurante. Pero la verdad es que no hemos de temer que prevalezcan tales absurdos. El sentido común y el uso popular influyen mucho más en el lenguaje que la pedantería científica, sobre todo cuando esta carece de base sólida.

Alan Charig, La verdadera historia de los dinosaurios.

28 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. quien me ayuda con el fenomeno de este cuento

    ResponderEliminar
  4. ESTE CUENTO ES MUY LINDO Y ME ENCANTA

    ResponderEliminar
  5. +++++++¿¿¿¿¿¿¿¿'''''''000000000

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. me ayudo a responder las preguntas que me pusieron de los vikingos y la bision mítica del mundo :)

    ResponderEliminar
  8. cuento la ninfa y la flor que quiere explicar el autor con este cuanto la ninfa y la flor

    ResponderEliminar
  9. Cuáles son los elementos del cuento los dinosaurios y las aves

    ResponderEliminar
  10. la ninfa y la flor me pueden dar la respuesta porfa es de urgensia

    ResponderEliminar
  11. Me puedes dar la respuesta de la ninfa y la flor busca y copia una oración de la lectura que mencioné la principal característica de narciso

    ResponderEliminar
  12. me puedes dar la una respuesta de la ninfa y la flor una oracion de la lectura que mencione la principal caracterisca de narciso

    ResponderEliminar